martes, 1 de febrero de 2011

No hay nada peor en la vida que perderla por miedo a vivirla.

No es el caso de nuestra Marta, mi hermana ha vivido intensamente con una energía y vitalidad fuera de lo normal. Sabemos que somos polvo de estrellas y a ellas miraremos para recordarla con la sonrisa bien abierta. Porque ella siempre nos hizo reír de mil maneras, sabía cómo eliminar la tristeza con su simple presencia y una naturalidad envidiable. En nombre de mis hermanos puedo deciros que Marta siempre estuvo ahí, al pie del cañón en cualquier problema, atenta a cualquier confidencia, prestando su apoyo desinteresado, es un ejemplo de altruismo constante, su apoyo total y absoluto a los suyos difícil de igualar.

No podemos imaginar a otra Marta, tan risueña, cariñosa, tan responsable, tan metódica en su día a día, tan buena madre... Os aseguro que todo lo ha vivido con el Amor como vela en el viaje de su vida, navegando por el mar de los más buenos sentimientos, firme en su timón hacia las estrellas. Marta es un torbellino de energía y vitalidad, un depósito de recuerdos para sus muchos amigos, una persona por la que merecerá la pena seguir adelante hasta que volvamos a verla de mil formas distintas.

Es imposible explicar lo que la vamos a echar de menos..., mis padres, mis hermanos y sobre todo su gran tesoro y motor: Paula. Gracias Roberto, ahora queda en tus manos el compromiso de superación que requiere este momento tan grave e inesperado. Siempre estaremos cerca de ti y de mi sobrina, siempre.

En nombre de nuestra familia, quiero destacar el apoyo de tantos leoneses y españoles que se han volcado en esta pesadilla. Gracias de corazón a los muchos medios de comunicación que hicieron suya esta noticia. Gracias también a sus muchos amigos y amigas..., si algo ha quedado claro, es lo mucho que la quiere la gente, ese cariño que hemos notado nunca lo olvidaremos.

En el corazón de este maldito invierno, vive una primavera palpitante, el sol no se ha puesto aún por última vez y una esperanza reaviva otra esperanza. A ella le dedicaremos todos nuestros éxitos y posaremos su imagen sobre cualquier paisaje para verla brillar mejor. De alguna manera que no alcanzo a entender, sé que Marta siempre estará atenta para susurrarnos un Te quiero de los suyos. Te queremos y nos tendremos para siempre, gracias por todo.

CARTA DE ANA VILLAYANDRE A SU HERMANA MARTA

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